viernes, 11 de noviembre de 2011

Cuando la mirada te encuentra.

Sentado en esa banca que gritaba sentir el calor de un extraño, vi pasar esos rubios cabellos rodeando tus hermosos hombros. Intente pararme, seguir tu sombra como un reloj que ve pasar los días. Comprendí que ese momento fue hecho por el silencio que corrompía mis alientos, aliento que rodeaba mis ganas de levantarme. Contemplé tu belleza con una sola mirada que cautivó mis pupilas, sentí el calor de mis venas tatuando tu nombre en mi cuerpo. Sin saber si quiera tus sentimientos intente pararme, detener el tiempo. 

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